domingo, 2 de marzo de 2008

Instrucciones de campañas para actos contra la SGAE

Arturo Quirantes nos cuenta:

"Instrucciones de campaña en actos públicos"

Si estás efectuando algún acto público en contra de la SGAE, el canon digital o similares, hay que tener en cuenta que tenemos unos derechos, pero también unos límites. Recomiendo los siguientes patrones de actuación.

FRENTE AL PÚBLICO

Sed convincentes, sed eficaces, sed ubicuos, pero no seáis pelmazos. A la gente no le gusta que la atosiguen. Si alguien no quiere haceros caso, sea oyéndoos o tomando vuestro flyer, no insistáis.

Sugiero acciones que provoquen en el ciudadano la carcajada cómplice. Nada como pinchar con una sonrisa. Aprovechad las incongruencias del sistema de derechos de autor. Pedid "apoyo" para un colectivo que recibe cientos de millones de euros por cánones compensatorios y que, a pesar de ello, no tienen para comer. Recordad que los palacios de la SGAE, el jet de Alejandro Sanz y los cortes de pelo de Ramoncín hay que pagarlos. Rogad consideración hacia el colectivo de los recaudadores, pobre gente a la que la sociedad trata injustamente. Solicitad aumentos del canon para los soportes más peregrinos: el papel, el bolígrafo, el pescado (por eso de que el fósforo es bueno para la memoria). Si os disfrazáis de inspectores de la SGAE y ponéis cara de pena, la persona que toma vuestro flyer puede veros con una luz más favorable.

FRENTE A LA SGAE

No seáis cafres. Ni insultos, ni agresiones, ni injurias. Si lo hacéis, les otorgaréis a ellos la respetabilidad del atacado y les estaréis dando argumentos para cuando decidan volver a llamarnos pendejos. Que los ofensores sean ellos, no nosotros. Somos los buenos, y no solo debemos serlo sino también parecerlo.

Si lleváis a cabo acciones como reuniones en la sede de alguna entidad o teatro, no seáis una obstrucción. Llevad pancartas, camisetas, repartid pegatinas, lo que queráis, pero no deis motivos para llamar a las fuerzas del orden. No respondáis a las provocaciones. De hecho, muchas de las personas que trabajan para las gestoras de derechos son oficinistas, secretarias, gente que hace su trabajo y no quiere meterse en líos. Lo mismo ni siquiera saben qué es eso del canon. Ilustradles. Intentad ganaros su simpatía. Quién sabe, lo mismo una de ellas acaba filtrándonos el repertorio de la SGAE.

En lo que respecta a los otros, esos que salen con semblante de "no sabéis con quién os estáis jugando los cuartos", no os dejéis amilanar. No es un juez, ni un policía, ni un ministro. No le admitáis amenazas ni coacciones. Podéis intentar argumentar con él, pero tampoco le pidáis peras al olmo. Y, por si acaso se le van las manos o la lengua, tened listas las grabadoras y el vídeo, que YouTube llega muy lejos y las querellas por injurias funcionan en ambos sentidos.

FRENTE A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Más o menos, lo dicho hasta ahora. Sed contundentes y convincentes, pero guardando la compostura. Aparecer en el telediario gritando improperios o mentando a la madre de nadie no sirve ningún propósito bueno. Intentad ganaros a la prensa, muchas veces no saben de qué va el rollo y agradecen que alguien les explique de qué va el rollo. Eso puede favorecernos a la hora de redactar la noticia. Si lleváis algo ya escrito (un comunicado, una nota de prensa, explicaciones de por qué hacéis lo que hacéis), tanto mejor. Ellos necesitan material, y si no se lo proporcionáis vosotros lo harán "los otros."

Documentadlo todo, y dadles a los medios una copia o una forma de conseguir una copia. En nuestros días, cualquiera puede ser un medio de comunicación. Compartidlo todo con todos, y hacer correr la voz, que no todos tienen la suerte de estar allí, con vosotros.

FRENTE A LA POLICÍA

Vale, al final han llamado a los hombres de Harrelson. ¿Qué hacemos? Ante todo, no enfrentarnos a ellos de mala manera. Son más fuertes, llevan armas y cuentan con el respaldo de la ley. Cualquier tipo de enfrentamiento sólo llevaría a quedar como unos gamberros a los que hay que meter en cintura. ¿Por qué darles razones para ello?

Podemos argumentar con la policía, pero sólo hasta cierto punto. Si os acusan de desórdenes públicos o de manifestación no autorizada, recordadles que os acoge el derecho a manifestación pacífica, y que cualquier follonero no es de los vuestros y no tiene vuestro apoyo. Si os dicen que estorbáis el paso, retiraos un poco. Sed cooperativos y pedid comprensión ("está bien, ya nos vamos, dénos cinco minutos").

En caso de que os hayan acusado de violar derechos de autor (por ejemplo, por usar el logotipo de la SGAE sin permiso), recordad y recordadles que el derecho a reproducción con fines de parodia está amparado por la Ley de Propiedad Intelectual (Artículo 39); a condición, claro está, de que no implique riesgo de confusión.

Si podéis, tomad fotos y vídeos de todo el proceso, no sólo para documentarlo de cara a los ausentes, sino también para probar que no hubo destrozos, ni molestias a la gente, ni resistencia a la autoridad.

Si, de todos modos, la cosa pinta fea, recordad:

- Tenéis la obligación de identificaros a petición de la policía. Así que, si os piden el DNI, ya tardáis. Total, os identificarán de un modo u otro. Pero sólo ante la policía. Nada de identificarse ante un segurata, o un "agente" de la SGAE, no tienen potestad legal para eso.

- La policía tiene la fuerza, vosotros no. No intentéis imponerles nada, sea por la fuerza o mediante el razonamiento. Frente a un antidisturbios, pocos razonamientos caben. Intentad que os vean como personas razonables. Si hay que dar carpetazo al asunto, pues se da.

- Desmarcaos inmediatamente de cualquier acción violenta, y no participéis en ninguna. No es nuestro estilo. Al primero que arme follón o comience a destrozar cosas, grabadlo y dadle copia a la policía vosotros mismos. Hay muchas papeletas de que hayáis desenmascarado a un infiltrado. El uso de agentes provocadores está a la orden del día.

- Ante cualquier procedimiento poco claro (declaraciones in situ, petición de que firméis documentos en la calle o en comisaría, retenciones demasiado largas), pedid consejo a vuestro abogado (para eso está el móvil), o cuando menos decid cortésmente que deseáis consejo legal antes de dar dicho paso.

AVISO FINAL

Estas Instrucciones han sido redactadas en pocos minutos por una persona que ni siquiera es abogado. Modificadlas, o bien ignoradlas por completo, a vuestra conveniencia, según veáis la movida.

Y recordad siempre esto: lo que hagáis y cómo lo hagáis influirá en muchas personas, más de lo que creéis. Sois un ejemplo para los demás. Haced que sea un buen ejemplo.

Cópiese, distribúyase y úsese. Fuerza y honor.

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