viernes, 1 de mayo de 2009

Nariz

Hoy en el parque no era el mismo, la rabia y el enfado se apoderaban de él convirtiendo sus pocos litros de sangre en litros de bilis negra ferviente por estallar.Detonar. Explosionar. Prorrumpir. Tronar.

Viento.

Ahora el aroma de su compañero acariciaba suavemente su nariz, nariz perforada con un aro y algo rojiza rememorando infecciones anteriores, nariz congestionada de mal humor, pero ese olor funciona, es jodidamente mejor que el vicks vapor up. Deberían capturarlo, envasarlo, sintetizarlo, comercializarlo y globalizarlo como ha hecho ese payaso siniestro con sus hamburguesas.

Hambre.

Él quizás no lo sabe, pero tiene hambre, hambre de esos labios en un atardecer frente al mar entre dos copas de cava, pero del barato, no estamos para derrochar. Ese cava malo que te entra por la boca y el gas se te escapa por la nariz como esos peces pequeños que tratábamos de coger con las manos en la playa cuando eramos crios.

He hablado de su nariz?